Desde el inicio de la dictadura civil militar, el control de los medios de comunicación fue férreo y total, lo que implicó no sólo el cierre de radios y periódicos, sino que la prohibición de fundar nuevos medios. Fortín Mapocho era una publicación periódica fundado en 1947 como publicación gremial y deportiva, que fue adquirida y refundada en 1984, como una manera de burlar estas restricciones. La apuesta fue la difusión de noticias independientes, así como dar espacio a las voces opositores a la dictadura.
La reacción del gobierno, a través del Ministerio del Interior, no se hizo esperar, y en marzo de ese año acusó a los dueños de Fortín Mapocho de infringir la Ley de
Seguridad del Estado, y dispuso la restricción de edición y circulación del periódico, con el argumento que éste había sido autorizado sólo para publicar noticias deportivas y no de otra índole. Pocos días más tarde, la policía civil requisó 15 mil ejemplares del periódico, que estaban listos para su distribución.
Sin embargo, en una resolución emitida el 19 de abril de ese año, la Corte Suprema falló a favor de Fortín Mapocho, confirmando una decisión previa de la Corte de Apelaciones, que autorizó la libre circulación del periódico. Con todo, desde la División Nacional de Comunicación Social (DINACOS) se instruyó al representante legal de Fortín que debía entregar a dicho organismo con antelación el material a publicar para su aprobación, en cumplimiento al Decreto Supremo 320, dictado recientemente.
Fortín Mapocho se publicó semanalmente entre 1984 y 1987, cuando pasó a publicarse diariamente con el nombre de Fortín Diario, hasta su cierre en 1991. Durante este período sufrió numerosas acciones de censura, amedrentamiento y persecución, al igual que otras publicaciones opositoras como Apsi, Cause, Análisis, Hoy y La Bicicleta.
Pese a estas acciones, y a la precariedad económica permanente, Fortín cumplió un importante rol informativo, haciendo denuncias sobre violaciones a los derechos humanos o sobre la corrupción del régimen, e informando con un particular estilo sobre las protestas y otras acciones de la oposición.
Como un homenaje a Fortín Mapocho, compartimos con ustedes algunas de sus emblemáticas portadas. Las dos primeras, publicadas antes y después del plebiscito de 1988, y la última cuando el gobierno intentó, por la vía judicial, acceder a las fichas de atención de la Vicaría de la Solidaridad, encontrando una férrea oposición por parte de las autoridades eclesiásticas.