“Mi cuerpo es mío, me pertenece solo a mí. Si alguien hace cosas con mi cuerpo que no quiero, tengo miedo o me siento insegure debo comunicárselo a una persona o grupo de confianza rápidamente. Mi cuerpo debe respetarse”.
Durante la Dictadura, muchas personas prisioneras políticas confeccionaron muñecos con pedazos de ropa vieja, los que regalaban a sus hijos, hijas y familiares durante las visitas a los centros de detención. Estas creaciones evocaron desde la tristeza del cautiverio, una cuota de cariño y esperanza para las víctimas de la Dictadura.
Una de estas piezas es esta muñeca de trapo creada por Nieves Ayress Moreno, prisionera política del campamento Tres Álamos, recinto de la Dictadura que funcionó desde 1974 hasta 1976 como centro de detención, procesamiento y tortura.
Este objeto es parte de las colecciones del Museo y plasma parte de la memoria de las valientes mujeres de Tres Álamos: Nadie debe hacer con nuestro cuerpo cosas que no queremos y debemos luchar para que nadie pase por lo mismo que pasó Nieves y sus compañeras.
Agosto lo dedicaremos a visibilizar el impacto de la Dictadura en niñas, niños y adolescentes; las diversas memorias y experiencias, la vida cotidiana de sus familias, las variadas acciones de resistencia y organización ¡y mucho más!
¡Atent@s a nuestras redes sociales!