Desde el 20 de mayo de 1996 se realiza año a año la Marcha del Silencio en Uruguay y otras partes del mundo, buscando honrar la memoria de las personas detenidas desaparecidas en la última dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985) y exigiendo verdad y justicia respecto a estas desapariciones y asesinatos.
Cerca de 230 personas secuestradas durante la dictadura -mayoritariamente en Uruguay y Argentina, pero también en Chile, Paraguay, Bolivia y Colombia- siguen desaparecidas. La coordinación regional de la represión fue posible debido a la afinidad ideológica con los gobiernos de los países vecinos, a través del Plan Cóndor. La mayor parte fue secuestrada por integrantes de las fuerzas represivas en procedimientos no oficiales.
Muchas de estas personas fueron vistas en centros de detención de los países en que se produjeron sus secuestros, desconociéndose sus paraderos posteriores. Durante los secuestros o en los respectivos centros de detención, niños y niñas fueron expropiados de sus padres y entregados ilegalmente a otras familias.
“Por verdad, memoria y nunca más marchamos en silencio el día 20 de mayo en homenaje a las víctimas de la dictadura militar y en repudio a las violaciones de los derechos humanos […] El homenaje a las víctimas no puede ser otro que el reconocimiento a través de la verdad de los hechos, la recuperación de la memoria y la exigencia de que en Uruguay nunca más exista la tortura, las ejecuciones y la desaparición forzada de personas…”, así fue el primer llamado a marchar de las Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones.
Desde entonces, cada 20 de mayo, miles de personas comparten la Marcha del Silencio en Montevideo y en otras ciudades, la cual este año se llevará a cabo de forma digital.
En memoria de uruguayos y uruguayas víctimas de detención forzada en Chile:
Juan Antonio Povaschuck (24)
Arazati López
Ariel Arcos
Alberto Fontela (26)
Nelsa Gadea Galán (29)
Juan Ángel Cendan
Julio César Fernández (24)
Enrique Pagardoy (21)
Mónica Benaroyo (38).
