La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), de Colombia, reveló que por lo menos 6.402 personas fueron asesinadas por el Ejército de manera ilegítima entre 2002 y 2008, tiempo en que trascurrió el primer período del ex presidente Álvaro Uribe. Dichas ejecuciones son parte de los llamados “falsos positivos”, término referente a ejecuciones de personas civiles que son presentadas como bajas en combate por agentes del Estado.
La cifra triplica a los casos de “falsos positivos” reconocidos por organismos gubernamentales, e indica que fueron más de 1500 los soldados que participaron del fenómeno que la propia JEP indica como una actividad “Macrocriminal”.
¿Cuáles son las razones detrás de los asesinatos?
Los múltiples asesinatos de personas civiles ocurren, entre otras causas, para que integrantes de las fuerzas armadas colombianas rindan buenos resultados a sus superiores en el combate a las guerrillas y bandas criminales. De esta manera, las “cuotas” por bajas enemigas serían saldadas, lo que trae como consecuencia réditos de distinto tipo, incluyendo el ascenso en cargos de la entidad castrense.
Asimismo, la definición “falsos positivos” se diferencia del término ejecución extrajudicial ya que en esta última los agresores tienen una intención de culpabilizar a las victimas para justificar los crímenes, pero en los casos de falsos positivos se tiene pleno conocimiento y creencia de que la persona asesinada es completamente inocente.
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