EDITORIAL
LA IZQUIERDA Y LA DERECHA UNIDAS JAMÁS SERÁN VENCIDAS
Si los políticos hicieran caso a Nicanor Parra, y realmente pensaran en la gente, se unirían al menos para resolver los temas esenciales. Asuntos de urgencia cotidiana en que, finalmente, algunos sectores de la derecha han tomado conciencia del drama. Por ejemplo, educación de calidad y gratuita, salud de calidad y al alcance de todos, hogar digno, jubilación justa, seguridad ante la creciente delincuencia urbana. Ponerse de acuerdo en resolver al menos estas cuestiones esenciales, sería realmente pensar en el presente de la ciudadanía. El retiro de los fondos de pensión demostró, de manera clara y rotunda, las prioridades de la gente. Algunos corrieron a comprar televisores, otros cambiaron su auto, algunos emprendieron un negocio o lo apoyaron, pagaron deudas que hoy los asfixian, entre otras prioridades del día a día. Todas estas señas indican claramente que es el presente el que les preocupa e importa. Ni hablar de los jóvenes de hoy. Ellos nacen deseando el éxito inmediato, aunque sea a punta de lo superfluo. Es el hoy que desean vivir y disfrutar lo mejor posible. Para la mayoría, que siempre ha sufrido, el futuro es una quimera. Si los políticos usaran su inteligencia emocional, y no la artificial, deberían entender que la gente despertó y ya no acepta seguir escuchando promesas vacías. La tarea de los líderes políticos es resolver el presente, y dejar que el arte nos motive a soñar el futuro.
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