Te compartimos testimonios de tres importantes mujeres sindicalistas, que estuvieron activas y participaron de la resistencia en contra de la Dictadura.
Patricia Coñomán Carrillo es una mujer de origen mapuche, dirigente del sector textil y militante comunista. Participó en las tomas de terreno en El Bosque -comuna en la que reside hasta la actualidad- y desde los años 80 ha tenido participación como dirigenta en la Confederación Textil. Es parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Alicia Muñoz Toledo es oriunda de Molina (Región del Maule). Fue parte de los procesos de la reforma agraria y la sindicalización campesina, como integrante del Sindicato La Marcha, que pertenecía a la Confederación Ranquil. Participó en la reconstrucción del movimiento sindical tras el golpe de Estado, y hasta el día de hoy continúa su labor como dirigente de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI).
Francisca Rodríguez Huerta nació en la antigua localidad rural de Lo Espejo en Santiago y trabajó en el campo desde muy temprana edad. Se vinculó a los sindicatos campesinos y la Confederación Ranquil, y durante la dictadura enfocó su labor en el movimiento de mujeres como encargada femenina de la Juventudes Comunistas. Hasta hoy, continúa como parte de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI).
Fuente: Archivo Oral Sindicatos, Federaciones y Confederaciones en Dictadura. Área de Colecciones e Investigaciones MMDH. 2015.
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